El pasado mes de agosto, la Dirección General de Facilitación Comercial y de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía lanzó una convocatoria para participar en el “Piloto de la Empresa Cumplida en Comercio Exterior” (ECCE) con la finalidad de generar un modelo de acreditación de Mejores Prácticas en materia de cumplimiento normativo de Comercio Exterior.
Este Piloto busca convertirse en un programa equiparable a modelos internacionales implementados en otros países y atiende a los compromisos contraídos por México en la Organización Mundial de Comercio para la implementación de facilidades administrativas o beneficios a las operaciones de importación y exportación, con el fin de reducir costos al comercio exterior y ser más competitivos.
Para que una empresa sea considerada en el Piloto, debe acreditar entre otros, el cumplimiento de obligaciones fiscales, laborales y de comercio exterior, contar con personal calificado para la administración del cumplimiento y debe tener implementado un programa de gestión de riesgos.
La expectativa de la Secretaria de Economía era recibir un gran número de solicitudes de registro antes del 30 de septiembre de 2022, para entonces, seleccionar 50 empresas que participen en el piloto, procurando que estas fueran de diferentes sectores y tamaños, sin embargo, la realidad es que hay muy pocas empresas interesadas en participar en programas de cumplimiento, y ante esta falta de interés, la Secretaría de Economía se vio en la necesidad de ampliar el plazo para registro hasta el 31 de octubre.
La falta de interés de las empresas podría ser derivada de dos motivos principales, el primero de ellos podría ser que las empresas no cuentan con un programa de cumplimiento normativo suficientemente estructurado, y el segundo podría ser que la Secretaría no ha publicado los beneficios o facilidades que va a otorgar a los participantes del Piloto.
La realidad es que, aunque muchas empresas cumplen a diario con sus obligaciones fiscales y de comercio exterior, son pocas las empresas que cuentan con un programa robusto de cumplimiento normativo, y, por tanto, no todas las empresas estarían en condiciones de participar en un Piloto en el que deberán demostrar, no solo el compromiso con el cumplimiento normativo, sino que deberán demostrar la implementación de un sistema eficaz de gestión de cumplimiento.
Lo preocupante es que, lejos de alcanzar este ideal de empresa cumplida, aún hoy podemos observar que en México existe un gran número de empresas que todavía perciben al cumplimiento como una carga administrativa y no como una oportunidad que puede impulsar la competitividad del negocio y evitar sanciones de gran impacto que pueden poner en riesgo la continuidad del negocio.
La recomendación para las empresas es hacer un ejercicio de autoevaluación para identificar si cuentan o no con lo necesario para garantizar un cumplimiento permanente de sus obligaciones fiscales y de comercio exterior, y en su caso, buscar el apoyo necesario para llevar a cabo revisiones o auditorias de sus procesos y, lograr identificar errores u omisiones para lograr corregirlos a tiempo.
Leobardo Tenorio-Malof | ltenorio@tplegal.net
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