Lo que se espera.
El pasado 7 de octubre, el Presidente de la República designó a la Mtra. Raquel Buenrostro Sánchez como nueva titular de la Secretaría de Economía, en sustitución de Tatiana Clouthier.
Hasta antes de esta fecha, la Mtra. Buenrostro se desempeñó como jefa del Servicio de Administración Tributaria (“SAT”), cargo que asumió en enero de 2020. Su gestión en el SAT puede resumirse como una gestión de mano dura que, pese a la pandemia, se dirigieron los esfuerzos hacia la fiscalización para aumentar la recaudación de impuestos, siendo mediáticamente conocido que, diversas de las acciones de recaudación fueron dirigidas a grandes contribuyentes, y, por otra parte, la titular del SAT estableció además, medidas de austeridad para reducir el gasto gubernamental.
Con la gestión de la Mtra. Buenrostro, el cierre contable de 2020 reportó una recaudación tributaria en un monto de 3.3 billones de pesos, un crecimiento real de 0.8% respecto a lo recaudado en 2019. En este rubro destacan los incrementos en la recaudación del impuesto sobre la renta y el impuesto al valor agregado.
Por otra parte, en la Secretaría de Economía, cuya misión es la de desarrollar e implementar políticas para estimular la inversión e impulsar la competitividad de las empresas, durante la gestión de la Lic. Tatiana Clouthier se venía preparando un programa piloto de certificación de Empresa Cumplida en Comercio Exterior (ECCE), con la intención de identificar facilidades administrativas o beneficios a las operaciones de Comercio Exterior, para reducir costos al comercio exterior y ser más competitivos.
La incógnita es si la Secretaría de Economía, bajo la Mtra. Buenrostro le dará continuidad a los esfuerzos de promoción y apoyo a las empresas, o se dará entrada a medidas más estrictas de cumplimiento.
Algunos organismos empresariales esperan una mejora regulatoria, facilidades para inversionistas, y mecanismos de promoción para las industrias, sin embargo, hay quien piensa que la nueva secretaria de Economía va a implementar una política de austeridad para reducción del gasto y va a enfocar sus esfuerzos en una mayor supervisión del cumplimiento normativo de las empresas y un reforzamiento de los sistemas de trámites y controles para evitar actos de corrupción.
Ante esta interrogante, consideramos necesario y de relevancia, que las empresas de comercio exterior lleven a cabo una revisión detallada de los permisos y controles requeridos por los programas de fomento y apoyo a las exportaciones, para detectar posibles errores u omisiones y que estos puedan ser corregidos a tiempo, disminuyendo así la probabilidad de infracciones y consecuentes sanciones por parte de las autoridades revisoras, que en los casos más graves pudieran dar lugar a cancelación de programas y registros por incumplimiento de alguna de las obligaciones previstas en las regulaciones aplicables.
Leobardo Tenorio-Malof | ltenorio@tplegal.net
César Benítez | cbenitez@tplegal.net
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